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Mujeres en el Mundo Laboral. Parte 6

MUJERES EN EL MUNDO LABORAL.

PARTE VI. Puedes lograrlo

“Esto dice el Señor: Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma. Pero ustedes responden: ¡No, ese no es el camino que queremos!” Jeremías 6:16

Dios instituyó el trabajo no como una manera de molestarnos o hacernos pasar un rato difícil. Lo instituyó como una herramienta para moldear nuestro carácter, por los retos que este representa, y también para darnos gozo, alegría. Realmente disfruto trabajar, no simplemente mantenerme ocupada, sino en verdad poner a trabajar mi cabeza, retarla, hacer cosas nuevas, aprender, y sentir que esas neuronas se mueven constantemente.

No he encontrado un solo versículo en la Biblia que diga que un trabajo es más importante o relevante que otro, más bien que cada uno tiene como antesala los dones particulares de una persona particular, para un propósito particular. Creo que las mujeres hemos sido llamadas al esfuerzo, la dedicación y el alto rendimiento. Las mujeres somos eso, creaciones divinas de alto rendimiento. Me encanta cómo funciona la economía de Dios ¿no te parece?

Entonces, si el trabajo es una creación divina, eso me hace pensar que los temas como desarrollo personal, promociones, retos laborales etc., no debieran tratarse sobre nosotros o nuestras inquietudes, sino de buscar el camino de Dios para nuestro trabajo. En realidad, yo sé que muchas de nosotras, si no es que todas, anhelamos ese balance entre la vida laboral y personal más que muchas otras cosas. Pero no todas las mujeres lo alcanzan.

¿Por qué?

En primer lugar, creo que porque ese balance puede significar algo para unas y otra cosa diferente para otras, es un estado que responde a tus circunstancias, tu realidad, tu situación particular y tu llamado. El problema es que no buscamos la versión trabajo-vida familiar que Dios tiene pensada para cada una, a veces, tratamos de imitar la de la vecina.

Y en segundo, como lo señala Christy Wright, porque muchas de nosotras estamos confundidas acerca de lo que esto significa. Balance entre vida – trabajo no es pasar la mitad de tu tiempo con tu familia y la otra mitad trabajando. Más bien significa que estás 100% presente en lo que estás haciendo y hacer lo que debes hacer en el momento que debes hacerlo. Coincido con esta definición de balance. Aún estoy acomodando mi propia versión de balance, con la guía de Dios, por eso te dejaré en ascuas acerca del desenlace que tendré en mi amada institución. Aún Jesús está escribiendo esta parte de mi vida.

Estoy convencida que el balance es posible porque mujeres con llamados tremendamente retadores lo están logrando. No es que haya sido fácil para ellas, no, pero saber que mujeres como Christine Cane, Joyce Meyer, Beth Moore, Christy Wright, Dámaris Carbaugh, Aixa de López, mujeres cristianas con llamados poderosos al ministerio, al pastorado, que cumplen la misión que Jesús les ha dado, tienen también familias sólidas y unidas, me inspira y motiva. Si ellas han podido, no existe ninguna razón por la que nosotras no. Ellas lo han logrado con el mismo poder en Cristo que está disponible para ti y para mí.

Querida amiga, espero esta serie haya sido de bendición, tanto como lo fue para mí.

Te dejo con un pensamiento de Christine Caine que me mueve, y una imagen que habla por sí misma.

Chicas, no se asusten. Cumplir tu llamado es posible. Necesitarás convicción, compromiso, tenacidad, fuerza, coraje, resistencia, una piel gruesa, un corazón tierno, pasión, enfoque, salud, aptitud, amigos, diversión y mucha GRACIA. Pero – no hay nada mejor que estar en la voluntad de Dios, en el negocio del Padre, cumpliendo tu propósito y llamado. Es una aventura maravillosa.

Arriba, Christine Caine, cuando iniciaba su ministerio, viajando con sus dos hijas pequeñas.

Oración

Padre mío, solo tú conoces el balance perfecto que debe existir entre los roles que juego en mi vida. Señor, anhelo vivir conforme esa visión, la tuya. No la mía, no la del mundo, no la que la gente dice que debe ser, ni las corrientes nuevas que prometen liberación y empoderamiento para las mujeres, que solo consiguen contaminarme. Todo eso no importa Señor porque la única voz que escucharé será la tuya. Porque solo tú puedes conducirme a vivir en verdad y libertad real, con un propósito poderoso. Amén.

 

Tarea

Pasa un tiempo orando, pidiendo al Señor te muestre cuál es el verdadero equilibrio entre vida personal-trabajo. Pregúntale qué es lo que Él aprobaría para tu vida y olvídate de las ideas del mundo o las tuyas.

 

Por: Adriana Monroy

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